martes, 9 de marzo de 2010

FIDELIDAD EN LA VIDA DIARIA


Crecí en un ambiente con valores morales muy arraigados. Desde que era muy pequeño, mis padres se preocuparon por enseñarme las cosas buenas y las malas. Me enseñaron que debía elegir las cosas buenas. Todavía me acuerdo de los conflictos que teníamos en casa, cuando yo decidía hacer lo que hacen todos los niños de mi edad (7 u 8 años), cuando al ir a comprar a la tienda, me quedaba hasta una hora a jugar pichas en el parque. Me iba como en feria. A mi papá no le gustaba que yo anduviera “perdiendo mi tiempo con mis amiguitos”. Nos decía que “el buey solo se lame”.
Cuando estaba en la secundaria, mi padre compró de medio uso unos 150 libros, siempre decía que en lugar de perder el tiempo en estar jugando, lo mejor seria leer.
No nos dejaba jugar. Salíamos de la escuela, llegábamos a la casa a comer y luego nos íbamos a la CONASUPO que mi papá atendía.
Todavía recuerdo que a la edad de 12 años, cargaba sobre mi espalda costales de maíz de más de 80 kilos, de eso de yute (henequén) de Yucatán.
Esa disciplina, surtió efecto. Creo que he sido un buen ciudadano y hasta el momento nunca he abusado del débil. He tratado de ayudar a las personas cuando puedo y no espero recibir nada a cambio.
Sin duda, los libros que mi padre nos hacia leer, en conjunción con la disciplina de papá y mamá, han hecho de mis hermanos y de mi, buenos ciudadanos.
Sin duda, una de las citas que siempre recordaré y que revela la respuesta del porque tanta maldad en este mundo, es precisamente la que deseo compartir con todos nuestros lectores, de una escritora norteamericana que escribió más de 5 mil artículos y 40 libros: Elena Gould Harmon de White.
"La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren, hombres que sean sinceros y honrados en los más intimo de sus almas; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos" Elena W. de White. (Libro la Educación pág. 57)
Fidelidad, es la palabra clave en la vida para ser buenos ciudadanos, y los componentes de esta son:
Confiabilidad: Esto significa que se puede contar contigo. ¿Cuándo fue la última vez que alguien te falló? ¿Recuerdas cómo te hizo sentir eso? ¿Qué dice acerca de tu carácter si no eres confiable?
Honestidad: La honestidad es veracidad. Significa que nos vas a mentir, hacer trampas o robar. La honestidad es una piedra fundamental en la construcción de un carácter sólido, y debería manifestarse cada día en nuestra vida.
Integridad: La integridad es como un código de honor. Si tienes integridad, tienes ciertos valores y creencias por los cuales vives. También significa que respetas los valores y creencias de otros. La integridad es también una de las piedras en la construcción del carácter.
Lealtad: Lealtad es fidelidad. Significa estar junto a alguien aun cuando las circunstancias sean difíciles. Lealtad es una parte importante de la amistad. Pero ¿incluye la lealtad hacer algo malo por un amigo? ¿Tiene límites la lealtad? ¿Cómo podría una persona llevar demasiado lejos una cosa buena, como la lealtad?
Creo fervientemente, que los padres podemos hacer mucho para formar un buen carácter en nuestro hijos. Debemos hacer la parte que nos toca en el ámbito familiar en la educación de nuestros hijos. Debemos pasar más tiempo con ellos, leer buenos libros juntos. Hablarles de este tipo de valores que la televisión, el internet, la radio, etc.; nos han quitado con la programación que tienen alejada a la moral y a las buenas costumbres.
No le echemos la culpa al gobierno de los problemas que existen en la sociedad, nosotros tenemos mucha responsabilidad, por dejar abandonados a nuestros hijos al cuidado de la nana, de las tías, de las guarderías, etc.
Tenemos que cultivar los buenos valores, que a principio del sexenio del gobernador Ney González, estuvieron muy de moda.
Mi correo; guillotinakora@yahoo.com.mx
http://guillotinakora.blogspot.com/

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