domingo, 13 de febrero de 2011

17 MINUTOS PARA MORIR


• Queremos tener buenos hijos y no somos buenos como padres. Es increíble que una pareja de esposos, generalmente se comunican a la semana: 17 minutos. Con esta calidad de comunicación ¿pretendemos tener buenos hijos? De ahí la explicación de la decadencia moral de nuestra sociedad y el alto índice de delincuencia que vivimos en la actualidad.
Haciendo memoria podemos darnos cuenta que las familias de antes, eran mucho mejor que las de ahora y usted no me dejará mentir.
Antes, todos los integrantes se sentaban juntos a la hora de comer. Platicaban cada uno como les iba en su trabajo, escuela, etc. Y la comunicación entre hijos y padres de familia era mucho mejor que la de ahora.
En lo que a mi concierne, recuerdo al llegar las 7 de la noche todos mis hermanos, mi mamá y mis abuelitos, sacábamos sillas a un amplio corredor y platicábamos hasta antes de irnos a dormir, a las 9. Las historias que nos contaba mi abuelo eran interminables y siempre había oportunidad de escuchar más al día siguiente.
Cuando se iba la luz en nuestro vecindario, mis hermanos y yo salíamos con mi madre a tratar de adivinar a que hora vendría la luz. Las horas se nos iban como agua platicando de cosas que nos sucedían en el transcurso del día.
Antes los padres eran los que criaban a sus hijos, no como en la actualidad en donde los abuelos y abuelas son los que crían a los nietos, mientras que los padres supuestamente trabajan para sostener los gastos de la casa.
Más aun, ahora los padres de familia tienen a sus hijos y casi inmediatamente los llevan a la guardería, para que los cuiden y alimenten.
Todo esto, aunado a lo que ya hemos platicado en diferentes ocasiones de que es la televisión y el internet los que están educando a nuestros hijos, es lo que ha permitido tener una de las sociedades más inmorales y con un alto índice de delincuencia nunca antes vista.
Por esas y otras muchas razones, es que estoy totalmente de acuerdo con el gobernador cuando dice, que no es teniendo más policías como se resuelve este problema de inseguridad que vivimos todos los mexicanos y nayaritas; es teniendo más y mejores padres de familia.
Pero eso no solamente lo digo yo, lo dice el mismo Dios a través de su palabra. El libro de Jeremías capitulo 6, versículo 16 es la base de nuestra reflexión: “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cual será el buen camino, y andad por él, y hallareis descanso para vuestra alma. Más dijeron: No andaremos”
Cuando una persona viaja hacia un lugar que no conoce, y después de avanzar por mucho tiempo sin encontrar la dirección que uno busca, no puede andar vagando sin rumbo ni sentido. Una persona consciente y con un poco de inteligencia, se parará y preguntará por el camino que debe seguir. De esa forma, podrá enmendar su camino y regresar por el camino que debe seguir y llegar hasta el lugar que busca.
También como familias, hemos avanzado en una dirección equivocada. Nos hemos apartado de la senda antigua y estamos viviendo la consecuencia de nuestras malas decisiones. Como padres de familia, debemos tomarnos tiempo para platicar con nuestra pareja. Ponernos de acuerdo con nuestra pareja en la forma de educar a nuestros hijos. Estar con ellos, no comprometernos todo el día en actividades y dejar a nuestros hijos olvidados, siendo educados por la nana, el televisor y el internet.
Debemos volver a la senda antigua. Preguntemos cual es el buen camino y hallaremos descanso para vuestra alma.
Queremos tener buenos hijos y no somos buenos como padres. Es increíble que una pareja de esposos, generalmente se comunican a la semana: 17 minutos. Con esta calidad de comunicación ¿pretendemos tener buenos hijos? De ahí la explicación de la decadencia moral de nuestra sociedad y el alto índice de delincuencia que vivimos en la actualidad.
Evitemos pasar mucho tiempo delante del televisor. Platiquemos con nuestros hijos y démonos una oportunidad de formar buenas familias.
Mi correo; guillotinakora@yahoo.com.mx

No hay comentarios:

Publicar un comentario