miércoles, 16 de febrero de 2011

LA SOLIDARIDAD Y EL SUICIDIO


LA SOLIDARIDAD Y EL SUICIDIO

El término solidaridad tiene muchos significados, pero a nosotros nos interesa el concepto sociológico que nos dice es “el sentimiento de unidad basado en metas o intereses comunes”.

Este concepto fue excelentemente explotado por el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, quien debido a este slogan que utilizó durante su gestión al frente de la nación, pensó en determinado momento reelegirse con mucha aceptación por parte de millones de mexicanos que confiaron en que seguiría la bonanza de un programa de gobierno, que evidentemente beneficio a millones de paisanos, pero cuyo resultados fueron catastróficos en materia económica a la llegada de la presidencia del sucesor de este, Ernesto Zedillo Ponce de León.

Precisamente en estos días, hemos estado analizando algunos de estos conceptos con nuestros alumnos de preparatoria, mencionando que la solidaridad es muy importante para el desarrollo de una sociedad y la satisfacción de todas las necesidades de cada uno de los integrantes de la misma.

Si una sociedad está debidamente integrada y entre cada una de las estructuras (entiéndase por estructura a la sociedad y a sus instituciones) existe la solidaridad, los problemas serán fácilmente solucionados y el bienestar será visible en todas las personas y familias integrantes de esta sociedad solidaria. Existe en la solidaridad una causa común, que es la misma sociedad.

Estimado lector, si tuviéramos la posibilidad de leer un poco al sociólogo Francés Émile Durkheim entenderíamos un poco más de este concepto y trataríamos de ponerlo en practica un poco más seguido, pero definitivamente ha sido el hecho de tener una sociedad un poco más complicada o complejas como el las llama, debido a la modernidad. Al egoísmo que existe entre los miembros de la sociedad, egoísmo que es fácilmente acreditable también (lamentablemente, lo tengo que reconocer) a cada uno de los que nos hacen el favor de leernos y por supuesto, a este escribano de pacotilla.

De ese egoísmo y de la falta de solidaridad, surge el segundo tema de esta columna: EL SUICIDIO.

Este sociólogo Francés habla del termino ANOMIA cuando comienza a analizar el funcionamiento de las sociedades complejas, (o modernas) se encuentra con dicha clasificación, entendiendo la anomia como una carencia de solidaridad social, dado que las relaciones con los órganos no están reglamentadas dado el desajuste originado por la permanente modernización. Particularmente, Durkheim encuentra en el contrato social un factor de anomia, ya que no garantiza el orden.
Tal como lo narra la enciclopedia Wiki pedía: La anomia es tratada en su obra El suicidio, donde encuentra que el suicidio anómico se debe a una repentina ruptura del equilibrio social. Y lo realmente grave que no ha estado valorando las autoridades actuales es el hecho de que “la anomia es el mal que sufre una sociedad a causa de la ausencia de reglas morales y reglas jurídicas, es decir es la ausencia de la norma. Esta ausencia se debe al desequilibrio económico y/o al debilitamiento de sus instituciones, que implica un bajo grado de integración social.
¿Existe un bajo grado de integración social en nuestro estado? Obvio, la repuesta es positiva. Claro que si estamos viviendo una de las peores etapas de desintegración social. No sé si sea el único periodista que en reiteradas ocasiones ha hablado de esto, pero como que a nadie le ha interesado hacer algo para cambiar las cosas. Ni el gobierno federal, estatal o municipal se ha puesto a analizar esta causa sociológica que raya en nuestro estado en la patología.
Este tema lo trato hoy desde la perspectiva sociológica, porque en diversas ocasiones lo he tratado como temas morales y hasta religioso, sin que haya sido tomado en serio por nuestras divinas y gloriosas autoridades, que todo lo sabe y nada hace.
Para colmo de males y para agravar esta situación de la desintegración familiar, estamos en un año eminentemente electoral, donde los partidos políticos y la lucha por el poder, harán que las familias se dividan más de la cuenta y surjan fenómenos como el que estamos analizando en esta columna.
Debemos ser cuidadosos con seguir sembrando odio y rencor en los ciudadanos y los partidos políticos tienen que madurar en este concepto y el gobierno tiene que hacer la parte que le toca. Las familias, por supuesto no deben permitir que la anomia siente su halo de la muerte en sus hogares.
Comentarios; guillotinakora@yahoo.com.mx

1 comentario:

  1. Muy interesantes el tema y el enfoque sociológico, ¿Quien es el autor de la foto publicada en el articulo?.

    Gracias.

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