CORRUPCION Y TRÁFICO DE INFLUENCIAS

Pasan los años y el tráfico de influencias, así como la corrupción en el país no se acaba. Por más discursos que digan los políticos, sigue siendo un imperativo categórico este tipo de actividades en los políticos y sus familiares, compadres y amigos.
Hace no poco, fuimos testigos también de las barbaridades que en materia legal cometen nuestras autoridades, con tal de hacer creer a la sociedad que se hace justicia, sin importar el grave daño que estas “pifias” causan a las personas.
Las indígenas Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio fueron sentenciadas a 21 años de cárcel por el presunto secuestro cuatro elementos de la extinta Agencia Federal de Investigación.
Teresa y Alberta fueron arrestadas en marzo de 2006, junto con Jacinta Francisco Marcial –quien ya fue liberada–, bajo cargos de privación ilegal de la libertad de seis agentes federales que participaron en un operativo contra la venta de productos pirata en Santiago Mexquititlán, Querétaro.
Sin embargo, el mes pasado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó la inmediata libertad de las mujeres, por considerar que hay elementos suficientes, desde fabricación de testimonios hasta uso de pruebas ilícitas, para revocar la sentencia de 21 años de prisión en contra de las indígenas.
Por supuesto que todo el mundo se alegró por estos acontecimientos, y la Procuraduría General de la República tuvo que tragar camote y dejar en libertad a estas victimas del sistema.
En Nayarit, están sucediendo cosas muy lamentables y que dejan muy mal a los que se suponen deben respetar el estado de derecho en el cual se supone deberíamos vivir.
1.- El primer caso muy sonado en el estado, es el relacionado al encarcelamiento “de estado” del señor Rodolfo Ojeda Díaz, quien siendo propietario de la marca TEPICOR, esté en la cárcel, presumiblemente por los compadrazgos e influencia de su socio: LUIS STEPHENS SALAS, quien al parecer grita a los cuatro vientos que es amigo de alcaldes, gobernadores, diputados y jueces.
Ya algunos amigos de los medios de comunicación, han publicado sendas denuncias en contra de este acto de corrupción y tráfico de influencias, ya que al parecer, Luis Stephens es apoyado por personas muy poderosas de la política interna del estado (procuradores, jueces, ministerios públicos, magistrados, etc.)
De hecho ya dio inicio un movimiento social para reclamar la libertad de este hombre de negocios, que cometió un gravísimo error al aceptar como socio a Luis Stephens, hombre con mucho poder o con amigos que trafican con el poder y obtienen muchos beneficios a través de estos actos de corrupción que todavía vivimos los nayaritas.
2.- El segundo caso, es con respecto al probable acto de desvío de recursos, corrupción y/o robo del dinero del Tribunal de Justicia Administrativa de parte del actual magistrado y presidente de la sala Civil del Tribunal de Justicia, Jorge Marmolejo Coronado.
El ex magistrado es señalado por parte del actual magistrado presidente del TJA José Martin Mayorga Martínez, quien incluso ha amenazado con interponer una denuncia penal por el desvío de recursos “a quien fuera el Jefe de la Unidad Administrativa, Domingo Mariscal Haro, y al ahora magistrado Presidente de Sala Civil, Jorge Marmolejo Coronado, ya que ninguno, se ha presentado a resarcir las observaciones que hiciera el Órgano de Fiscalización Superior, en lo que refiere a la cuenta pública dos mil ocho.
“Sugiere (Martin Mayorga), que incluso ante la falta de vigilancia del anterior magistrado, pudiera estar implicado en los desfalcos hechos al Tribunal de Justicia Administrativa. Existe un faltante de veintiún mil sesenta y nueve pesos 60/100 moneda nacional. Otra de las observaciones hechas al Tribunal es que en los talonarios de las chequeras, se encontró que algunos cheques fueron totalmente sustraídos de los talonarios de las cuentas comerciales, algunos reflejan la leyenda de cancelado, y otros sin la leyenda de cancelado, es decir están en blanco.
3.- El último caso, es el tráfico de influencias de un pesado político que está apoyando a un depredador de la naturaleza. A un tipo que se está adueñando de unas minas de materiales pétreos, sin que autoridad alguna pueda hacer algo en contra.
Y cuando la Secretaria del medio ambiente quiso respetar el estado de derecho, los abogados de esta secretaria recibieron un regaño inmisericorde, por parte de este poderoso político que está apoyando a un hombre que está al margen de la ley.
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