SALVANDO NUESTRAS ALMAS DEL INFIERNO

Aunque no soy católico, a mi me gustaría leer de vez en cuando alguna declaración de tipo cristiana y/o religioso de parte de nuestros sacerdotes u obispos nayaritas.
No me gusta que cada que se comunica algo en los medios, es para criticar al gobierno o hablar bien de ellos, cuando sus intereses particulares o gremiales han sido beneficiados.
"A César lo que es de César y a Dios, lo que es de Dios", es un mandamiento de Jesús que es muy poco observado por los prelados católicos.
Por eso, en esta hermosa mañana de Domingo, la reflexión eucarística la tendré yo:
"Todos los mentirosos recibirán como herencia el lago de fuego y azufre (infierno)" Apocalipsis 21:8.
Estas palabras dichas por el mismo creador del universo, deben hacernos reflexionar sobre lo que decimos a nuestro prójimo.
El noveno mandamiento condena todo tipo de mentira. Pero especialmente la que tiene el propósito de engañar para dañar a las personas o su reputación.
"La falsedad consiste en la intención de engañar. Mediante una mirada, un ademán, una expresión del semblante, se puede mentir tan eficazmente como si se usaran palabras".
Dios condena como mentira: "Toda exageración intencionada, toda insinuación o palabras indirectas dichas con el fin de producir un concepto erróneo o exagerado, hasta la exposición de los hechos de manera que den una idea equivocada, todo es MENTIR".
Arderán en el infierno, aquellos que utilizan los cumplidos engañosos, el disimulo de la verdad, las frases lisonjeras, las exageraciones, las falsedades en el comercio, etc.
El lago de fuego ardiendo por toda la eternidad, está siendo preparado para todos aquellos " QUE TRATAN DE APARENTAR LO QUE NO SON O SI SUS PALABRAS NO LLEVAN EL VERDADERO SENTIMIENTO DE SU CORAZÓN"
Meditemos: "Una mirada, una palabra, aun el tono de la voz, pueden estar henchidos de mentira, penetrar como una flecha en algún corazón, e infligir una herida incurable" (JT t2, p. 20).
"EL SEÑOR ABORRECE A LOS DE LABIOS MENTIROSOS, PERO SE COMPLACE EN LOS QUE ACTÚAN CON LEALTAD" Prov. 12:22.
La decisión es suya. De nadie más.